«Love is in the air» repite constantemente la canción de 1978 de John Paul Young que remasterizaron hace unos años y nuevamente fue hit. Y debe tener algo de verdadero porque de acuerdo a un estudio que se hizo con viajeros frecuentes, uno de cada cincuenta pasajeros encuentra al amor de su vida a bordo de un avión.
Por supuesto que no todas las experiencias son buenas y que la mayoría no la pasa bien porque los asientos son pequeños e incómodos, incluso los compañeros son una lotería y muchas actitudes pueden molestarnos.
Pero no todo es así. Hay factores que hacen que uno esté más relajado y predispuesto a conocer a alguien también. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los viajes es por placer, el avión es el primer momento en el que arranca el disfrute y con ello, uno puede estar más enérgico y de mejor humor. Una combinación ideal para la atracción.
Pero no todo es así. Hay factores que hacen que uno esté más relajado y predispuesto a conocer a alguien también. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los viajes es por placer, el avión es el primer momento en el que arranca el disfrute y con ello, uno puede estar más enérgico y de mejor humor. Una combinación ideal para la atracción.
Así lo confirma un informe elaborado por HSBC realizado a 5.000 viajeros de 141 países diferentes. El 4% de los pasajeros contestó que había encontrado el amor de su vida, mientras que el 6% dijo que había conocido a alguien que le gustó y ya había tenido una segunda cita en tierra.
Además, los resultados reflejan que es muy fácil encontrar una excusa para empezar una conversación con el vecino de asiento. O, al menos, esto lo que le pasó a más del 50% de los entrevistados. Y hay más: el 12% de las personas declaró haber creado una amistad, mientras que el 13% hizo buenos contactos profesionales.
Hace muy pocos meses, una española se enamoró durante un vuelo de dos horas y media de Madrid a Gran Canaria. Ese tiempo le bastó para flecharse totalmente con su compañero de asiento. Lo twitteó y hasta la aerolínea Norwegian se prendió para ayudar a encontrarlo, lo que hizo que el caso se convirtiera en viral. No se supo finalmente si logró hallar al chico pero confirma la teoría del amor efímero.
El cine tampoco hizo caso omiso al tema. En la comentada película protagonizada por Benjamín Vicuña y La China Suárez, «El hilo rojo», la pasión entre los protagonistas surgió arriba de un avión. Unos años antes, Ashton Kutcher en el film «Algo parecido al amor» también conoció a su gran amor en el baño de un avión.
Fuente: Clarín
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