Además de ser uno de los destinos turísticos favoritos para la mayoría de las personas, la combinación de arena, sol, brisa y mar resulta benéfica para la salud física y mental.
Sonido y color que tranquilizan
¿Quién no se ha quedado atónito al contemplar la inmensidad del mar y el intenso color azul de sus aguas? Es uno de los paisajes más asombrosos y tranquilizadores que existen.
Por un lado, el color azul se suele asociar a un estado de calma, apertura, profundidad y sabiduría. Y, al combinarlo con el rítmico sonido del oleaje, se crea el ambiente perfecto para entrar en un estado de relajación y tranquilidad. No por nada el sonido de las olas es de los más recurrentes en las melodías de relajación que incluyen sonidos de la naturaleza.
Agua curativa
El agua del mar contiene sal y potasio, dos elementos que, de acuerdo con investigaciones médicas, ayudan a acelerar el proceso de curación de las pieles con dermatitis. Además, el agua salada tiene propiedades antisépticas y reduce las infecciones en la piel.
A quienes tienen problemas respiratorios se les suele recomendar ir a la playa para respirar la brisa y darse baños en el mar, ya que el agua salada favorece la expectoración y ayuda a que los pulmones eliminen las toxinas que los afectan.
Aire para respirar profundo
¿Has notado que al estar en la playa respiras mejor, y si sufres de alergias, éstas se alivian? Esto se debe, en primer lugar, a que el aire es más limpio, tiene mucho menos contaminantes que el de la ciudad, así que entra más oxígeno a tus pulmones. El aire marino produce ozono de forma natural, lo cual previene enfermedades respiratorias.
Además, la brisa marina contiene iones de hidrógeno negativos, que son partículas que mejoran la capacidad para absorber el oxígeno y propician la producción de serotonina, la hormona de la felicidad. Esto significa que también te ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
Asoléate para sentirte bien
Actualmente se habla mucho sobre lo peligroso que resulta exponerse al Sol, por el riesgo de contraer cáncer de piel. Sin embargo, si se hace con moderación, con la protección adecuada al usar bloqueador solar y en los horarios en los que la radiación es menor, asolearte es algo que, además de necesario, le hace bien a tu organismo.
La exposición al Sol le aporta a tu cuerpo vitamina D, que es esencial para la absorción del calcio. Para esto, con un baño de sol de 15 minutos es suficiente.
Además, la luz solar produce un aumento de endorfinas, hormonas que ayudan atenuar el dolor y producen una sensación de bienestar, lo cual mejorará tu humor y contribuirá a aliviar tu estrés.
Fortalece tus músculos en la arena
Ejercitarte en la arena es muy agradable y efectivo, ya que es una de las mejores superficies para caminar o correr, pues requiere de una mayor resistencia y fuerza en los músculos, lo que ayuda a tonificar tus piernas y glúteos, además de que fortalece tu sistema cardiovascular.
Fuente: harmonia.la
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