Ubicado en el Caribe, este país seduce a los viajeros -muchos de ellos ricos y famosos- con sus playas soñadas y mucha tranquilidad.
Playas de arena blanca y aguas transparentes y cálidas, un buen hotel, comida rica y tranquilidad, mucha tranquilidad. Básicamente, eso es lo que casi todos buscan para su luna de miel. Y el Caribe tiene mucho de eso: excelentes playas, un mar turquesa que encandila y la infraestructura necesaria para que el viajero sea feliz. Lógicamente, algunos destinos son más concurridos que otros, así como también los hay más famosos o más exclusivos.
Para Lionel Messi y su esposa Antonela Roccuzzo, Antigua y Barbuda parece resumir todo lo que necesitan para pasar su luna de miel.
No es la primera vez que eligen las playas caribeñas. Hace dos años viajaron a Turks & Caicos, otro destino soñado.
Un buen nombre
«La playa es solo el comienzo», marca el lema de Antigua y Barbuda, un país ubicado al norte de las Antillas Menores, compuesto por varias islas. La mayor y también la más poblada es Antigua, con 280 kilómetros cuadrados. Allí está la capital, Saint John’s. Barbuda se encuentra al norte de Antigua y tiene 161 kilómetros cuadrados.
Dicen que el nombre se lo puso Cristóbal Colón en recuerdo de la Virgen de las Antiguas, una imagen que se encuentra en la Catedral de Sevilla, España. Y lo de Barbuda tiene que ver con las barbas, pero no con las que uno se imagina: sino con las «barbas» que colgaban de las palmeras.
La isla de las 365 playas
Si las playas son solo el comienzo, cómo será el resto. Pese a lo desértico que resulta el suelo de estas islas -aquí no hay ríos y el agua es el bien más preciado- las playas son soñadas. De hecho, Antigua es conocida como «la isla de las 365 playas», es decir, que uno podría conocer una playa diferente cada día del año.
Algunos de los más exclusivos resorts del Caribe están en Antigua. Ricos y celebrities llegan hasta aquí en busca del sol, la playa y la posibilidad de navegar. Es más, Oprah Winfrey y Eric Clapton han dicho que esta isla es su refugio durante el invierno.
En la costa noroeste, están Dickenson Bay y Runaway Bay: es el lugar para los que quieren la experiencia resort-playa-relax-mucho servicio a full. La playa más recomendada cerca de la capital, St. John’s, es Fort James, una playa pública y muy popular entre los locales, además de Deep Bay. Por otro lado, para los surfistas, Galley Bay es el lugar, especialmente en los meses de invierno. Y las cuatro playas de Hawksbill también tienen su encanto. Una de ellas es nudista.
En la costa este está Half Moon Bay, un parque nacional a cinco minutos en auto de Freetown y con playas ideales para la familia, al igual que Long Bay, que está protegida por arrecifes lo que la hace ideal para ir con niños.
Las playas de la costa sur y suroeste está menos desarrolladas que las cercanas a la capital. Allí están, por ejemplo, Fryes Bay, Darkwood Beach, y las cercanas a Johnsons Point. También se destacan Rendezvous Bay y especialmente Doigs Beach: no es fácil llegar, pero vale la pena.
En la costa suroeste de Barbuda, se destacan sus playas calmas, con arena blanca y rosa y aguas protegidas por arrecifes de coral.
Pero a la vida de playa se suma la riqueza submarina, por lo que hacer snorkel o bucear resulta un must en este destino por la cantidad de especies marinas que se ven. Es muy popular la excursión para ver rayas.
Fuente: Clarín Viajes.
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